De acuerdo a la OIT, el diálogo social es “todo tipo de negociación, consulta o sencillamente intercambio de información entre representantes del Gobierno, trabajadores y empleadores”.
Estas herramientas internacionales han ayudado a las organizaciones a:

proceso tripartito, entre Gobierno, empleadores y trabajadoras y trabajadores;

relaciones bipartitas, entre representantes de los y las trabajadoras y sindicatos y organizaciones de empleadores;

nacional, regional, internacional, transfronterizo o local;

de un sólo sector o con sectores diferentes de la economía.
¿Cuales, en general, son las actividades realizadas en el diálogo social?
- La consulta: es papel de los sindicatos compartir informaciones, opiniones y afirmar el interés de su sector en los diferentes espacios en donde su participación es solicitada. La consulta, es importante para informar el proceso de negociación, de elaboración de leyes, políticas públicas y reglamentos
- El intercambio de información: La capacidad de proporcionar informaciones y procesar informaciones recibidas es fundamental para el sindicato en el proceso de diálogo social.
- La negociación: ya hemos discutido la negociación colectiva, elemento integral del diálogo social.

Elena Perez, Secretaria General de la Asociación de Trabajadoras del Hogar (ATH) de República Dominicana, nos cuenta sobre la participación de la ATH, por primera vez, en el Comité de Salários, un espacio tripartito:
Experiencia: Argentina
Para acceder al documento completo con el relato de esta experiencia, haz clique aqui: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—ro-lima/—ilo-buenos_aires/documents/publication/wcms_656744.pdf
En 2013, se aprobó, en Argentina, una ley que reglamenta el sector del trabajo doméstico (Ley 26.844). Esta ley establece, entre otros puntos, la conformación de una Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares (CNTCP), un espacio de diálogo social tripartito. El diseño de la CNTCP llevó en consideración las particularidades del trabajo doméstico y de las organizaciones representativas del sector
Se estableció que el gobierno tendría una triple representación, por medio de los Ministerios de Trabajo, Empleo Y Seguridad Social y Finanzas y del Desarrollo Social. El conjunto de ministerios tiene el mismo peso que los empleadores y trabajadoras juntas en la negociación.
Todas las diecisiete organizaciones de trabajadoras del hogar que existían en el momento de la creación de la CNTCP fueron incorporadas a la CNTCP. Generalmente, otras comisiones tripartitas sólo incorporan a las organizaciones más representativas en términos de números de afiliados. En este caso, se decidió incorporar a todas las organizaciones para garantizar más inclusividad a la CNTCP.
Para representar a los empleadores y empleadoras, el gobierno solicitó que una asociación de amas de casa, con más de 30 años de existencia, se presentara como organización representativa de la categoría. Además, el gobierno realizó una convocatoria para que otras organizaciones pudieran presentarse, a la cual contestó una organización civil creada específicamente para representar a empleadores y empleadoras de trabajadoras domésticas en la CNTCP.
A partir de la creación de la CNTCP, por primera vez, las trabajadoras del hogar de Argentina son parte de un espacio institucional en el cual pueden articular sus demandas y colaborar para la determinación de sus condiciones de trabajo.
Aunque esta experiencia sea considerada positiva, aún existen desafíos:
- las participantes del diálogo indican que es necesario fortalecer la representatividad de las trabajadoras y de los empleadores y empleadoras para disminuir la centralidad del gobierno en el diálogo tripartito;
- las organizaciones de trabajadoras identifican la necesidad de aclarar consensos sobre sus ámbitos territoriales y formalizar la representatividad de cada una de las organizaciones;
- hay la percepción de que el aumento de la periodicidad de los encuentros es necesario para ampliar y profundizar la agenda de discusión sobre condiciones laborales.
En Argentina, fue posible crear una comisión tripartita con poder de negociar acuerdos, pero esta no es la única opción posible. En Filipinas, en 2013, los sindicatos de trabajadoras del hogar formaron un grupo de trabajo técnico con representantes del gobierno, de los empleadores y otras organizaciones de la sociedad civil con el objetivo de defender la posición de que las trabajadoras del hogar deberían tener los mismos derechos laborales que los demás trabajadores. Este es un ejemplo de un espacio para el diálogo social, sin poder de establecer acuerdos, que fue influyente en la elaboración de la ley para las trabajadoras domésticas del país.
Para saber más sobre esta y otras experiencias, accede a la Nota de Informacción “Mejorar las condiciones de trabajo de los trabajadores domésticos: organización, acción coordinada y negociación” en https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_protect/—protrav/—travail/documents/publication/wcms_577710.pdf
Hay algunas condiciones necesarias para que el diálogo social acontezca:
- Es necesario tener organizaciones sólidas, legítimas y representativas de los trabajadores y trabajadoras y también de los empleadores y empleadoras
- Las organizaciones de trabajadores y trabajadoras y empleadores y empleadoras deben tener capacidad técnica para actuar
- Es preciso que todas las partes tengan un compromiso com el diálogo y participen de buena fé
- Las normas internacionales y nacionales sobre libertad sindical y negociación colectiva necesitan ser respetadas
- El apoyo institucional debe ser garantizado
Estrategias para viabilizar el diálogo social
Algunos pasos pueden facilitar la construcción de espacios o la participación en espacios existentes de diálogo social:
- Identificar aliados
- Sindicatos, federaciones, y centrales sindicales pueden ser grandes aliados de las trabajadoras domésticas. La solidaridad entre trabajadores y trabajadoras es un importante principio en la lucha por derechos.
- Organizaciones feministas y de mujeres, organizaciones que trabajan con los derechos de las personas migrantes, de los indígenas y personas negras pueden ser aliadas de las trabajadoras del hogar, en razón del alineamiento entre las demandas de las trabajadoras - derechos y dignidad - y las demandas de estos otros grupos. Además, la gran parte de las trabajadoras domésticas, como hemos visto, son mujeres, indígenas o negras y también migrantes.
- Mapear instancias de diálogo social
- Identificar espacios existentes, con participación de ministerios relevantes, como Trabajo, Economía y Finanzas, Desarrollo Social y organizaciones representativas de trabajadores y trabajadoras y empleadores y empleadoras para evaluar si es posible y deseable que las trabajadoras domésticas estén representadas.
- A partir de las alianzas con sindicatos de trabajadores y trabajadoras, buscar participación en los espacios relevantes.
- Solicitar, junto al gobierno, la inclusión de las trabajadoras del hogar en los espacios identificados, bien como el apoyo institucional necesario para la participación (por medio de la formalización y/o capacitación)
- Identificar apertura política para el establecimiento de instancias de diálogo social dedicada al trabajo doméstico
- momentos de discusión sobre nuevas legislaciones, adopción del Convenio nº189, divulgación de datos sobre el trabajo doméstico o otras situaciones pueden ser oportunidades para movilizar la sociedad y/o el gobierno para crear instancias de diálogo social, como comisiones o grupos de trabajo.
- Es importante movilizar aliados y tener una justificación, con base en derechos y datos, para justificar la creación de la instancia de diálogo social.
- Es importante movilizar aliados y tener una justificación, con base en derechos y datos, para justificar la creación de la instancia de diálogo social.
- Es necesario escuchar y buscar formas de adaptar la instancia a ser creada de acuerdo a las demandas y preocupaciones de las demás contrapartes, o sea, el gobierno y los empleadores y empleadoras. El grupo debe encontrar una manera de trabajar que sea reconocida como oportuna, efectiva y legítima por todas las partes.
- Identificar oportunidades para formalización y fortalecimiento de la representación.
- El diálogo social depende de la capacidad de las organizaciones representativas. Los sindicatos deben identificar obstáculos en su propia estructura y organización, como la falta de formalización, la falta de recursos financieros o de capacidad técnica y diseñar estrategias para superarlos.
- Para esto, los sindicatos deben de contar con el soporte de los aliados y aliadas estratégicos.
El diálogo social y la crisis de la COVID-19
La consulta a las organizaciones de trabajadoras del hogar permite dar insumos importantes a los gobiernos, incluso en el momento de aprobar medidas de emergencia en un contexto de crisis. Eso fue lo que pasó en Francia e Italia, donde los gobiernos consultaron a los sindicatos de trabajadoras del hogar en el momento de diseñar medidas de apoyo a los y las trabajadoras en razón de la crisis causada por las medidas de contención de la COVID-19.
Para saber más sobre esta y otras experiencias, acceda a “Trabajadoras Remuneradas del hogar en América Latina y el Caribe frente a la crisis del COVID-19” https://oig.cepal.org/sites/default/files/trabajadoras_remuneradas_del_hogar_v11.06.20_1.pdf