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Que las trabajadoras del hogar tengan derechos “es un ejercicio imperativo de justicia social”

Que las trabajadoras del hogar tengan derechos “es un ejercicio imperativo de justicia social”

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por Sofia Trevino Última modificación 24/05/2015 03:35
Aristóteles Núñez, Jefe del SAT en México

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Boletín de prensa, 23 de Mayo 2015

  • Jefe del SAT reconoce deuda del Estado mexicano para con las Trabajadoras del Hogar
  • En reunión con un grupo de empleadoras aseguró que existen mecanismos para ofrecer seguridad social a trabajadoras

La tarde de este jueves 21 de mayo un grupo de empleadoras, funcionarias públicas y periodistas, acompañadas por el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), se reunieron con el titular del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Aristóteles Núñez, para abordar las posibles estrategias a seguir para que las trabajadoras del hogar accedan a la seguridad social.

Uno de los grandes retos para la realización de los derechos laborales de las trabajadoras del hogar en México ha sido su incorporación a la economía formal. Esto implicaría el reconocimiento de su trabajo a través de la entrada de las más de 2.3 millones de trabajadoras y trabajadores al SAT, pero sobretodo, el acceso a la seguridad social, en particular al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Durante la reunión, gestionada por Patricia Mercado, secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo del Distrito Federal, el titular del SAT aseguró que “como Estado mexicano –esto es los tres poderes, tres niveles de gobierno y también la población–, tenemos una deuda con las mexicanas que realizan trabajo doméstico, porqué no están dentro del marco de derechos que debe ofrecerle el Estado, esto hay que reconocerlo”.

El motivo de la reunión, que se alargo por dos horas, fue identificar cuales pueden ser las mejores estrategias para incorporar a las y los trabajadores del hogar a la economía formal. El método más viable, pero no por eso el más adecuado, es la incorporación al régimen voluntario y su entrada al IMSS bajo la figura de “servicio personal subordinado”; sin embargo, se planteó que el camino para hacer este trámite tiene muchas trabas burocráticas y su funcionamiento actual desincentiva la posibilidad de ofrecer seguridad social a las trabajadoras.

Además, esta solución no cubre tampoco con el mínimo de derechos laborales que debería tener cualquier trabajador, como poder cotizar y tener una pensión, acceder al servicio de guarderías, etcétera.

Una de las mayores dificultades que se detectó, es que el caso de las trabajadoras del hogar tiene particularidades distintas a las de un empleado normal, porque no es una trabajadora autoempleada (como lo podrían ser un carnicero, zapatero, estilista y otros oficios), pero tampoco es una empleada en una empresa y en la mayoría de las ocasiones las trabajadoras del hogar no tenemos un solo patrón. Por lo que el Jefe del SAT reconoció que es necesario explorar otros caminos.

Aristóteles Núñez explicó que desde su punto de vista “los caminos están dados” pero “tenemos un déficit de comunicación” e incluso propuso que un paso necesario sería la creación de una “ventanilla única” que implicara la coordinación del SAT y el IMSS para facilitar e incentivar el acceso de las trabajadoras del hogar a la economía formal.

Recientemente, un estudio del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) entregado al Ejecutivo Federal resalta que uno de los temas de urgencia en justicia social en México es justamente el de las Trabajadoras del Hogar. Siendo el 2% de la población en México, el 10% de las mujeres económicamente activas, y un sector históricamente discriminado por raza, género y clase,  subsanar esta brecha se vuelve una cuestión de carácter nacional.

Además, se consolidó en la reunión la postura tripartita –empleadoras, trabajadoras y gobierno– de que no es un asunto que vaya en contra de los intereses de las y los empleadores, sino al contrario. Garantizar derechos sociales a las trabajadoras del hogar beneficia a la sociedad en su conjunto.

Recientemente, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del primer trimestre del año registró que ya somos 2 millones 380 mil 686 trabajadores del hogar (considerando que las estadísticas nunca son exhaustivas), de las cuales el 91.5% somos mujeres. De esta población solamente el 0.9 % tienen un contrato y el 2.5 % tienen acceso a instituciones de salud.

No es gratuito que el CIDE concluya que “las características de su entorno laboral facilitan la invisibilización, la discriminación y el abuso de que son víctimas las trabajadoras del hogar. Estas trabajadoras presentan una situación de extrema vulnerabilidad en caso de conflicto con sus empleadores y barreras infranqueables para el acceso a la justicia. Se propone adoptar un conjunto de medidas inmediatas, entre otras, analizar los mecanismos idóneos y viables que permitan garantizar sus derechos sociales; el diseño de contratos tipo para regular su situación laboral y dar certeza a las partes así como el diseño de recursos y mecanismos ágiles y sencillos para la resolución de los conflictos que surjan entre ellas y sus empleadores”.

A la reunión asistieron Patricia Mercado de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del DF, una representante de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, Maite Azuela del colectivo Hogar Justo Hogar, Amalia García, Sara Lovera, Mercedes de la Maza de la Fundación Manpower, entre otras.

Finalmente, cabe destacar que este esfuerzo se enmarca en la exigencia al Estado mexicano para que ratifique el Convenio 189 de la OIT, ya que crear y mejorar los mecanismos para que las trabajadoras del hogar ejerzan sus derechos es un requisito necesario para la implementación de dicho convenio.

Contacto para mayor información: CACEH 5207 5466 / Marce Bautista 5510662703 / Mauricio Patrón 5559660461

f: caceh.centrodeapoyo / @CACEHTuContacto / @UnTrabajoDigno

Source: Marcelina Bautista

Story Type: News

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