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Nicaragua: Entrevista a Andrea Morales

Nicaragua: Entrevista a Andrea Morales

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por IDWFED Última modificación 09/11/2020 00:00
"En el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, hablamos con sindicalistas y líderes de las trabajadoras del hogar sobre su visión de cómo la pobreza afecta al sector del trabajo doméstico y cómo las mujeres soportan su carga desproporcionada. Llenos de poder, estos líderes vislumbraron un mundo más equitativo, con trabajo decente para los trabajadores del hogar, libre de violencia económica y de género. Escuchen sus voces".

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Nicaragua -

Andrea Morales es Presidenta de FETRADOMOV (Nicaragua) y representante de la FITH para América Latina.


Fernanda: En los últimos años, se habla cada vez más de la “feminización de la pobreza”, y esto se siente con particular fuerza en el sector de trabajadoras del hogar. ¿Por qué creés que es así? ¿Cómo se relacionan el trabajo del hogar, la pobreza y las cuestiones de género?


Andrea: La feminización de la pobreza es una realidad que tiene muchísimos años. El concepto busca explicar cómo afecta la pobreza a las mujeres y cómo les impide tener una vida plena. La pobreza tiene rostro de mujer, porque nosotras somos las que trabajamos en la economía del cuidado en los hogares. Las políticas de género que se han venido implementando en algunos lugares son buenas prácticas que permiten que las mujeres tengan una vida plena. Es importante el rol que hemos venido jugando en la familia, tanto del Primer Mundo como del Tercer Mundo, porque recaen sobre nosotras todos los trabajos de cuidado. Las mujeres nos hemos ido integrando al mercado laboral, pero los hombres no se integraron a la familia y a las tareas del hogar en la misma medida. Tenemos que hablar de la economía feminista, porque es a nosotras a quienes nos afecta el sistema patriarcal y machista que se sostiene sobre nuestros hombros. Hoy seguimos cargando las políticas neoliberales.

F: En estos tiempos de pandemia, se ha puesto al desnudo la necesidad de trabajo decente para las trabajadoras del hogar y, por lo tanto, la necesidad de que se ratifique en algunos países y se implemente efectivamente en otros el Convenio 189 de la OIT. Pero también se evidencia la necesidad de ratificación del C190, en virtud de los muchísimos casos de trabajadoras del hogar confinadas con sus patrones y siendo víctimas de abuso, violencia y acoso…


A: El C189 es muy importante, porque está dirigido única y exclusivamente a las trabajadoras domésticas y contempla los derechos humanos y laborales de nuestro sector. El C190 es un instrumento adicional que vamos a tener, porque viene a eliminar la violencia en el mundo del trabajo, tanto para hombres como para mujeres. De modo que si bien el C189 es muy importante para nosotras, el C190 recoge otras particulares relacionadas con el acoso y la violencia que sufren los trabajadores y trabajadoras.

F: FETRADOMOV tiene un rol muy activo en el combate a la violencia de género. Contame en qué están trabajando actualmente y si ven como posible la ratificación del C190 en Nicaragua.


A: Al interior de nuestra organización, estamos capacitando a nuestras compañeras en VBG, a través de talleres. Eso nos ha permitido crear conciencia,porque muchas mujeres creen que la violencia es normal y natural de tanto que la sufren. Además, tenemos una mesa para la ratificación del C190, compuesta por representantes del Comité Intersindical de Migraciones, del Comité Nacional de Mujeres Sindicalistas y de dos organizaciones que trabajan con la maquila. Las organizaciones que formamos parte de esta mesa estamos afiliadas a federaciones internacionales. Ya hicimos dos foros y haremos un tercero en noviembre, como instancias previas a una campaña a nivel nacional y centroamericano sobre cuidados. En esa campaña, vamos a poner de manifiesto la violencia que sufrimos las mujeres trabajadoras del hogar en el ámbito nacional y regional. Eso nos va a permitir hacer incidencia con los tomadores de decisiones. Haremos actividades presenciales, pero también mucha actividad en redes sociales. Creo que este año no será posible la ratificación del C190 en Nicaragua, pero nosotros estamos actuando de cara al año próximo. Me parece que hay grandes posibilidades de que Nicaragua lo ratifique, porque ya ratificó el C189 y es un país que tiene excelentes leyes que permiten fortalecer nuestro trabajo.

F: ¿Y qué posibilidades ves a nivel regional?


A: Va a ser difícil que se ratifique después de esta pandemia. Yo creo que las organizaciones sindicales que tienen afiliación internacional deben ponerse al frente de la campaña para la ratificación. A veces, la coyuntura nos desvincula de lo estratégico, y como ahora lo prioritario es la pandemia, se ven detenidas las acciones sindicales en pos de la ratificación del C190. Nicaragua fue el cuarto país del mundo y el primero de Centroamérica en ratificar el C189, pero hay países como Honduras, Guatemala y El Salvador que no lo han ratificado aún. Argentina se vislumbra como el próximo en ratificar el C190, y hay otros con probabilidades, pero debido a la situación actual no creo que sea muy pronto.

F: ¿Cuáles son los principales desafíos que tiene el movimiento de TH en materia de trabajo decente y erradicación de la violencia y el acoso?


A: Uno de los grandes problemas que tenemos a nivel regional es la afiliación de las TH al Seguro Social, y otro es el tema del salario. Si bien en algunos países está contemplado un salario para el sector, este muchas veces no se cumple. También sucede que muchas compañeras trabajan horas extra y no se las pagan porque no tienen contrato de trabajo. Por todo esto, tenemos que seguir presionando para la implementación del C189, de la que todavía estamos a años luz. El Convenio no se cumple, a pesar de haber sido ratificado: hay violaciones al salario estipulado y hay violaciones a la afiliación al Seguro Social. Con la pandemia, nos dimos cuenta de lo afectadas que se vieron las TH que no tienen Seguro Social. Esta situación representa un gran retroceso, y más aún teniendo en cuenta que los empleadores de TH también están sufriendo desempleo.

F: ¿Qué te parece más importante: la implementación del C189 o la ratificación del C190? ¿Qué debe priorizar el movimiento en estos momentos?


A: Creo que debemos seguir trabajando en el C189 de manera ardua, pero tampoco podemos dejar que el C190 sea un “papel mojado”. Los dos tienen que ir a la par, el uno se apoya en el otro. Son como los dos brazos de una persona, igual de necesarios. Tenemos una ruta sobre cómo trabajar, y es posible trabajar en los dos al mismo tiempo, porque son dos instrumentos que se fortalecen entre sí.

F: El Covid-19 ha puesto al desnudo la vulnerabilidad del sector y ha representado un retroceso en la conquista de derechos, no solo en lo laboral, sino también en lo relacionado con la violencia y la discriminación. El sector de TH está atravesado por una interseccionalidad de factores: pobreza, discriminación racial, discriminación por género, etc… ¿Cómo creés que podemos dignificar a las TH, teniendo en cuenta su aporte a la economía mundial y su grado de importancia en el PBI de los países?


A: Antes se decía que el dinero se multiplicaba por sí solo, pero esta pandemia nos ha dejado muy claro que la fuerza de trabajo es indispensable para reproducir el capital. Si bien las TH no trabajan en empresas que generan ingresos, su trabajo es el que permite esa producción de ingresos. Y los Estados y las empresas se han aprovechado de esa fuerza de trabajo reproductiva para satisfacer sus necesidades de reproducción del capital. Por eso, nosotras tenemos que dignificar el trabajo del hogar y a las mujeres que lo realizan. Para reproducir el capital, se necesita una maquinaria reproductiva, y ese rol cumplen las mujeres en un sistema capitalista, patriarcal, machista, donde se las asigna a labores sexuadas. Nosotros necesitamos que se reconozca que nuestra labor no es cualquier labor, sino que es la labor que permite la reproducción del capital. Si los que trabajan en una empresa o en el aparato estatal no tuviesen a alguien que les cuide lo más preciado de su vida, como son sus hijos, su casa y hasta sus animalitos, no podrían desempeñar su trabajo. Nosotras tenemos que estar bien posicionadas, sabiendo que el trabajo que hacemos es fundamental, y por eso tenemos que crecer organizativamente y fortalecernos para exigir políticas públicas a favor de las TH. Los sistemas y los Estados deben tomar conciencia de que nosotras no somos “un mal necesario”, sino que somos parte de la cadena de producción de la economía del mercado y merecemos ser reconocidas como tal.

F: ¿Cuál es tu mensaje para las TH en el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza?


A: En este día, nosotras reconocemos que hay pobreza, pero nosotras no somos pobres, sino que nos han empobrecido. Tenemos que luchar por terminar con el embudo que hay en la distribución de la riqueza y lograr que haya más equidad. Somos países ricos, con recursos naturales que son del pueblo y que deben estar al servicio de las grandes mayorías, que somos los trabajadores y trabajadoras. Este es un día importantísimo para nosotras, en que debemos dejar en claro que nos han empobrecido y debemos comprometornos a seguir en la lucha por la justicia social.

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