1. Desarrollar una comprensión colectiva del impacto que tienen los conceptos y las definiciones teóricas en nuestras vidas y nuestros derechos.
  2. Aprender a identificar los huecos entre la teoría (la legislación) y la práctica (lo que sucede en la realidad cotidiana).

Actividad de Información 1.5

Las leyes y la práctica: desafíos para hacer cumplir la legislación

A veces, tenemos leyes que protegen los derechos de las trabajadoras del hogar en los países, pero que no se cumplen. Por eso, es fundamental analizar cuáles son las razones para el incumplimiento de la ley.

Veamos los tipos de obstáculos pueden existir, cuáles son las razones y las consecuencias para nuestro sector.

El trabajo doméstico es afectado por ideas presentes en la sociedad que reproducen desigualdades, justifican lógicas de exploración del trabajo y de violación de los derechos de las trabajadoras del hogar. Para reducir la brecha que existe entre las leyes y la práctica es fundamental:

Tipos de ObstáculoRazonesEjemplosConsecuencias
LegalesNo existe legislación o la que existe no es adecuadaHay legislación nacional sobre salario mínimo para el conjunto de trabajadores y trabajadoras, pero la ley excluye a las trabajadoras del hogarLas trabajadoras del hogar no tienen garantizado el derecho al salario mínimo y por tanto son el grupo que en promedio regional gana 45% menos que el resto de los asalariados (fuente OIT 2020)
TécnicosHay ley, pero no existen reglamentos y regulaciones para hacer cumplir la leyLa legislación nacional dice que las trabajadoras del hogar tienen derecho a la salud y seguro social pero no hay un sistema de fiscalización del cumplimiento de la ley Las trabajadoras del hogar no tienen garantizado su derecho a la salud ni al seguro social. En promedio regional el 72,3% de las TdH NO cuentan con seguridad social (fuente OIT 2020)
AdministrativosNo existe presupuesto en el gobierno para hacer cumplir la leyNo hay presupuesto para pagar inspectores para visitar a las casas y verificar las condiciones de trabajoAbusos y violaciones sistemáticas de derechos a las trabajadoras del hogar, 8 de cada 10 TdH reportan haber vivido violencia y acoso en su lugar de trabajo.
InstitucionalesLos oficiales de gobierno no están capacitados, sensibilizados y/o entrenados para hacer cumplir la leySon pocos los funcionarios de gobierno conocen la legislación sobre seguridad en lo que se refiere a las trabajadoras del hogar, ya sea el C189 o la ley nacional de protección a TdHNo hay orientación ni apoyo a empleadores y a trabajadoras del hogar que desean registrarse en el seguro social como contribuyentes, lo que limita su acceso a ese derecho.
Sociales y Culturales
La explotación del trabajo doméstico y de cuidado es tan naturalizada en la sociedad que nadie la ve.Las empleadoras/es se resisten a tener un contrato laboral con las trabajadoras del hogar porque nunca lo han hecho y porque no las ven como sujetos de derechos.

Los empleadores y empleadoras no se ven a ellos mismos como teniendo obligaciones y responsabilidades de garantizar derechos laborales
Las trabajadoras del hogar trabajan sin derechos y protecciones
Para eso es importante conocer y reflexionar sobre las concepciones culturales y estereotipos relacionadas al trabajo doméstico para comprender mejor las raíces de su invisibilidad y desvalorización. Esas concepciones son fuertes, poderosas y profundas en la sociedad y fragilizan la noción de dignidad de las trabajadoras del hogar. Uno de los aspectos más importantes es la división sexual del trabajo.
¿Qué es la división sexual del trabajo?

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Los estereotipos de género – o sea, las ideas preconcebidas sobre lo que son los comportamientos y habilidades “naturales” de mujeres y hombres – definen a las mujeres como las responsables exclusivas o principales por las actividades de cuidado. Además, considera el cuidado como un trabajo con menos valor que otros tipos de trabajos.

Los estereotipos de género están en la base de la división sexual del trabajo, que es la división de responsabilidades sobre los trabajos. En esta división, se piensa que mujeres tienen habilidades “naturales” para las actividades domésticas y de cuidado, además de que lo hacen por “amor”.

Así es que a las mujeres cabe una enorme cantidad de trabajo doméstico y de cuidado de forma no remunerada, cuando esa responsabilidad debería ser compartida entre todos los miembros de la familia.

Esas ideas también contribuyen para que no sean reconocidos el valor y la importancia del trabajo doméstico no remunerado para la organización de la sociedad y de la economía. Y por eso se observa que, en general, no hay políticas públicas y programas de apoyo al trabajo de cuidado.

Además del trabajo no remunerado de cuidado, existen las actividades remuneradas de cuidado realizadas por profesionales de las áreas de la educación, salud, asistencia social y por las trabajadoras del hogar. El trabajo doméstico remunerado es parte fundamental de todo ese conjunto de actividades que componen la economía del cuidado. Las actividades desarrolladas por las trabajadoras del hogar son parte de las actividades de cuidado que garantizan que los trabajadores y trabajadoras puedan trabajar de forma remunerada en otros sectores de la economía.

El trabajo doméstico remunerado es una actividad esencial para la sobrevivencia y el buen funcionamiento de la sociedad, pues reúne actividades que garantizan la manutención de la vida y la reproducción de la fuerza de trabajo. Es un trabajo que garantiza el funcionamiento de los otros sectores de la economía.

Las concepciones culturales que desvalorizan el trabajo doméstico afectan el funcionamiento de las instituciones y establecen barreras para el pleno reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar. Por eso, hacer la discusión sobre la importancia del trabajo doméstico para la organización de la sociedad y para el funcionamiento de la economía es una estrategia importante para visibilizar y valorizar el trabajo doméstico y garantizar la dignidad de las trabajadoras del hogar.

Las trabajadoras del hogar líderes pioneras en la organización sindical de sus países siempre entendieron esto. Escuchemos a Creuza Oliveira, Presidenta del Sindoméstico – Bahia y Presidenta de Honor de la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Brasil, nos cuenta su visión sobre los retos para garantizar la dignidad y los derechos de las trabajadoras del hogar.

Las trabajadoras del hogar líderes pioneras en la organización sindical de sus países siempre entendieron esto. Escuchemos a Creuza Oliveira, Presidenta del Sindoméstico – Bahia y Presidenta de Honor de la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Brasil, nos cuenta su visión sobre los retos para garantizar la dignidad y los derechos de las trabajadoras del hogar.

Creuza Oliveira, Presidenta del Sindoméstico-Brahia y Presidenta de Honor de la Federación Nacional de Trabajadoras del Hogar de Brasil

  1. Desarrollar una comprensión colectiva del impacto que tienen los conceptos y las definiciones teóricas en nuestras vidas y nuestros derechos.
  2. Aprender a identificar los huecos entre la teoría (la legislación) y la práctica (lo que sucede en la realidad cotidiana).